¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído? (Ro. 10:14)
Antes de conocer a Cristo, mi vida no tenía sentido. Estaba buscándome a mí misma, mi identidad; no sabía qué hacer con mi vida y, sobre todo, tenía miedo. No tenía confianza en mí misma y casi siempre me sentía excluida y rechazada. Y tenía que hacerme mayor. Para hacerte mayor debes saber lo que quieres y encontrarle sentido a la vida. Yo no lo encontré y siempre cambiaba de opinión con respecto a mi carrera y mis estudios.
Hace unos meses, no podía imaginar que hubiera un Dios que gobernaba el universo y que mi voluntad podía ser sometida a un ser superior. Me sentía condenada a vivir sin dirección y creía que no había nada después de la muerte. Me habían contado algo sobre Dios vagamente cuando era más joven, pero tan vagamente que no conocía a Jesús. Pensaba que Dios estaba demasiado lejos y que era un concepto demasiado abstracto, y que no podía existir. Había rechazado completamente la idea de creer en Él. ¿Cómo podemos creer en esta imagen distante y confusa si nunca hemos estado en contacto con Él y no hay pruebas de su existencia? No podía entender la idea de la fe y además nunca había abierto una Biblia. Para mí era un libro severo, que intimidaba.
Pero ahora todo ha cambiado. He estado estudiando inglés en la Universidad de París durante los últimos tres años y el año pasado hice un curso titulado: “La Biblia en la literatura inglesa”. Fue entonces cuando empecé a asistir a IFES (International Fellowship of Evangelical Students) – GBU (Groupes Bibliques Universitaires) en francés. Una amiga me había hablado del grupo y me dijo que era un lugar para estudiar la Biblia. Fui porque quería aprender sobre este libro que no conocía y especialmente por mi curso.
Ha sido una de las mejores cosas que me han pasado nunca. Primero, porque las personas que he conocido allí ahora son buenos amigos, y segundo, porque allí oí hablar de Jesús por primera vez. Me sentí a gusto en el grupo casi desde el principio, aunque aún no creyera en Dios.
Ocurrió durante un fin de semana organizado por IFES en febrero de 2011. Fue entonces que realmente me di cuenta de que Dios era la pieza que faltaba en mi vida. Creo que lo que más me ayudó a tomar el paso de fe y creer en Dios fue el hecho de conocer más y más sobre Jesús por medio de los estudios bíblicos de IFES.
Sophie , estudiante francesa