Nuestras vidas no son estáticas; la vida es un viaje que incluye cambios, tanto externos como internos, a nivel individual y como comunidad. ¿Quién soy yo y en quién nos estamos convirtiendo?
Como cristianos, creemos que Jesús está con nosotros en nuestro viaje. Su Espíritu Santo está obrando en nuestra realidad diaria con un deseo profundo de atraernos hacia la vida con Cristo y moldearnos a su imagen.
La formación espiritual es la obra de Dios en nosotros como individuos y como comunidades, profundizando en una relación íntima con Él y aumentando nuestra capacidad de amar como es debido. No podemos cambiarnos a nosotros mismos, pero somos participantes activos en el proceso a medida que nos detenemos a escuchar, buscamos a Dios en nuestra vida diaria, dejamos lugar a su Palabra y nos rendimos ante Él. Vivimos en un mundo en el que la presencia de Dios a menudo no es evidente, pero aún así se nos invita a esperar su presencia, su voz y su obra en todo.
El artículo que hay a continuación te puede ayudar a reflexionar más sobre la formación espiritual, tanto bíblicamente como personalmente. Te lo puedes descargar aquí.
Formación espiritual y Compromiso con las Escrituras
Esta página se encuentra en el sitio web del Compromiso con las Escrituras de IFES por varias razones:
- Las Escrituras desempeñan un papel importante en la obra formativa de Dios en nuestra vida. Nos conducen a Cristo. Tienen el poder no solo de informar, sino también de transformar. Por medio de ellas, crece nuestra relación con Dios y aprendemos a ver nuestros viajes a la luz de su historia y sus propósitos. La formación espiritual no es posible sin un espacio para la Palabra de Dios en nuestra vida.
- El compromiso con las Escrituras necesita integrarse en nuestra vida y caminar con Cristo en general. Para que se pueda desarrollar su potencial formativo, necesita ser complementado con la oración, la comunidad, el silencio, la obediencia y otras prácticas espirituales. La formación espiritual integra todas estas cosas y también nos ayuda a recordar que Dios se encuentra en las realidades de la vida, allí donde estemos ahora mismo. Abarca la vida entera.
Sabine Kalthoff
Secretaria de IFES para la Formación Espiritual