A principios del verano de 2019 tuve la oportunidad de formar parte del retiro de obreros de IFES en Europa. El momento era perfecto para mí, ya que había comenzado mi período sabático de tres meses por esa misma época. El retiro me ayudó a entrar en el año sabático poniendo mi foco en Jesús y tuvo lugar durante un período de reflexión sobre los meses anteriores.
El Compromiso con las Escrituras me ha ayudado mucho a aprender cosas nuevas. El retiro se convirtió en un espacio muy seguro para reflexionar y conectar, y como una estudiante de corazón, encontré numerosos aspectos del retiro fascinantes. Probablemente lo que más me impactó fue el equilibrio de pasar tiempo en soledad con Dios, y con otros en comunidad. Fue una sana combinación de meditación en la Palabra, oración y aprendizaje conjunto.
Después de tener este privilegio, quería compartirlo con los demás. Este tipo de retiro fue fundamental en mi forma de entender el descanso y la reflexión, así que decidí invitar a una amiga mía, que también trabaja en el ministerio, a que se uniera a mí en nuestro propio retiro de cuatro días en la campiña checa. Ahora se ha convertido en una tradición, y desde entonces, hemos incluido a más amigos en los retiros.
La combinación crucial de soledad y comunidad que experimenté en el retiro de obreros de IFES en Europa era exactamente lo que queríamos recrear en nuestros retiros checos. Nosotros decidimos un tema a tratar tras conversar y orar. Algunos de los temas que hemos tratado en nuestros retiros son “La oración”, “Del lamento a la danza”, “Sé que soy amada” y “La resiliencia en tiempos de crisis”, entre otros. Siempre comenzamos nuestros días con una Lectio Divina durante en un tiempo de soledad, luego compartimos nuestra experiencia en las Escrituras. Las tardes suelen dedicarse a alguna reflexión (línea de tiempo, reflexión temática), caminatas o algún trabajo manual.
Estos retiros se han convertido rápidamente en mi método preferido de descanso y vacaciones. Me ayuda con las disciplinas espirituales en mi vida, me da más claridad sobre la historia de Dios en mi vida, y profundiza mis relaciones con los que pasan tiempo en los retiros conmigo. Mi amiga Ráchel me dijo que, como obrera, no se le ocurren unas vacaciones mejores. Estoy de acuerdo con ella. Creo que, como obrera, corro el riesgo de pasar mi tiempo con Dios únicamente con el propósito de tener éxito en dicho ministerio, de meterme en una charla de negocios con Dios, en lugar de una relación profunda. Corro el riesgo de ejercer mi ministerio haciendo, en lugar de siendo. Los retiros como éste me ayudan a no ser víctima de estos riesgos, sino a caminar con Dios y a llevar a cabo mi ministerio de manera más significativa.
Eva Petržilková, obrera de UKH (IFES República Checa)