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Encuentro con Dios en Su Palabra: en la Asamblea Mundial (¡o en otras grandes reuniones!) 

Logo de la Asamblea Mundial¿Vas a ir a la Asamblea Mundial? ¿O tienes otro gran evento, por ejemplo, Formación, ¿en tu país o región con mucha gente y un apretado programa en el que la Palabra de Dios sea el centro?

¿Cómo podemos aprovechar al máximo estas oportunidades para encontrarnos con Dios y escuchar Su Palabra, de una manera fresca y relevante, cuando hay tantas cosas en las que involucrarse?
Hagamos ahora una pausa para considerar cómo podemos comprometernos con el Señor en Su Palabra.

Deleite personal y testimonio público
Los Salmos (nuestro enfoque en AM 2023) son una gran mezcla de devoción personal, angustia y alabanza combinadas con el recuerdo, la declaración y el testimonio del carácter y las obras de Dios en comunidad.

Si lees el Salmo 40, por ejemplo, David recuerda poéticamente lo que Dios ha hecho por él: escuchar su clamor, asentarlo sobre la roca firme y darle un nuevo cántico de alabanza… ¡Este encuentro personal se convierte en un desbordante testimonio público!

En nuestras grandes reuniones, a veces podemos sentirnos perdidos entre la multitud, o muy ocupados con numerosas reuniones. He aquí algunas ideas sencillas, que pueden ser útiles cuando tú y otros obreros o estudiantes se reúnan para invocar, escuchar y ser transformados por la Palabra Viva en estas buenas, pero concurridas, reuniones.

  1. Personal: Asegúrate de reservar tiempo para leer y meditar en las Escrituras a solas. Por supuesto, puedes seguir tu plan habitual de lectura de la Biblia, pero también puedes centrarte en los textos que estudiarán todos durante el evento. Tener tu propio encuentro con el Señor en estos pasajes puede prepararte para escuchar y comprender mejor durante los tiempos comunes de estudio. Y, a medida que avance en la conferencia, anota los pasajes y pensamientos sobre los que desees pasar más tiempo pensando y orando.
  2. Compañerismo: También es bueno valorar los espacios de interacción en pequeños grupos con otras personas en torno a la Palabra. En los grandes eventos, con mucha gente, estos espacios más íntimos, en parejas o grupos más pequeños, donde compartir dudas y descubrimientos, se convierten en una forma especial de aprendizaje y estímulo mutuos.

“No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad”.
Salmo 40:10

  1. Comunidad: Escuchar a Dios por medio de los miembros de nuestras diversas comunidades es una maravillosa oportunidad para aprender de la Palabra de Dios a través de personas de contextos diferentes, que tienen preocupaciones, preguntas y perspectivas distintas. Al estudiar la fiable Palabra de Dios con otras personas, podemos darnos cuenta de cosas sobre Dios, el discipulado y la gracia que, de otro modo, habrían pasado desapercibidas.
  2. Más allá de la conferencia: Así que, cuando vayamos a la Asamblea Mundial, Formación, y eventos similares, debemos llegar abiertos a lo que el Señor quiera enseñarnos a través de Su Palabra – en nuestras propias devociones, en las sesiones principales de enseñanza, y durante el almuerzo, mientras compartimos lo que Él nos está mostrando en nuestros contextos.

En estos eventos podemos escuchar historias, tener acceso a recursos, métodos y distintos enfoques de la Palabra de Dios. Procura escuchar, aprender e identificar (tomando nota) buenas prácticas que puedan ser útiles o adaptables a los retos de tu propia realidad y cultura. Ven dispuesto a compartir tus historias, tus dificultades, pero también las formas en que has conectado con éxito con las Escrituras.

Estos intercambios nos ayudarán a crecer en nuestra forma de amar, estudiar, vivir y compartir la Palabra de Dios en nuestros contextos misioneros.

Paula y Ricardo
Sirviendo como líderes del Equipo Global de Compromiso con las Escrituras de IFES

Orando la Palabra

Esto no es un artículo, sino una invitación a orar…

Una invitación a la oración personal
Durante una época de mi vida marcada por muchas luchas, preguntas e incertezas, los salmos 42 y 43 fueron muy valiosos para mí. Estos salmos (estrechamente vinculados por el coro que se va repitiendo) me ayudaron a poner en oración tanto mis preguntas como mi confianza.

Lee Salmos 42 y 43 lentamente y en actitud de oración.

Vuelve a leer el pasaje. ¿Qué versículos se adecúan más a tu vida? Quédate con ellos. Deja que te guíen en tu oración. Algunos ejemplos:

_v. 2 “Tengo sed de Dios, del Dios de la vida” – En todo el salmo encontramos un hambre profundo de Dios. ¿Qué estás buscando? ¿Cuán grande es tu sed por Él y cómo puedes orar por tu sed de Dios?

_v. 9 “Y le digo a Dios, a mi Roca: ¿Por qué me has olvidado?” – ¡Qué confesión de fe justo después de una pregunta tan difícil! El salmista confiesa que Dios es su Roca, el fundamento de su vida. Al mismo tiempo, ora sus preguntas y clama su dolor. ¿Quién es Dios para ti? ¿Cómo puedes orar por la tensión entre tu fe y tus preguntas?
Y así sucesivamente.

A lo mejor quieres acabar tu tiempo de oración escribiendo un versículo de esta oración que tenga que ver especialmente contigo. Deja que las palabras de las Escrituras se conviertan en tu oración en las próximas semanas y meses.

Una invitación a la oración comunitaria
Recientemente, el equipo del programa para la Asamblea Mundial 2019 se reunió para seguir organizando el evento. Uno de los pasajes bíblicos que se estudiará durante la Asamblea Mundial se encuentra en Hechos 4: una oración pronunciada por la iglesia primitiva cuando tenía que enfrentarse a amenazas y presiones. Martin Haizmann, el director de la conferencia, lideró el tiempo de oración por la Asamblea Mundial de la siguiente manera. Fue una experiencia muy interesante. Les invito a que dejen que esta oración los guíe en un tiempo comunitario de oración por el ministerio estudiantil en su contexto.

Lean Hechos 4:23-31 en voz alta. Dejen un tiempo de silencio para que todos puedan volver a leer el pasaje. Empiecen un tiempo de oración comunitaria inspirada por esta oración de las Escrituras.

Vuelvan a leer Hechos 4:23-31 Dejen un tiempo para que todos reflexionen en silencio y anoten cómo (a la luz de esta oración bíblica) quieren orar por el ministerio estudiantil en su contexto específico. También podrían colgar carteles y escribir en ellos estas peticiones de oración para que estén visibles para todos. Pasen más tiempo de oración comunitaria para poner estas peticiones de oración en las manos de Dios.

Orando la Palabra No solo nos invitan a orar las oraciones de las Escrituras, sino toda la Biblia. A medida que leemos y estudiamos la Palabra de Dios, somos invitados a responder en oración, con nuestras oraciones de asombro y adoración, así como con nuestras preguntas, dolor, compromisos, confesiones… La Palabra de Dios nos invita a una conversación honesta con el Dios Vivo.

Sabine Kalthoff
Secretaria de IFES para el Compromiso con las Escrituras

Mi salmo: “He leído el libro”

Guinea, julio de 2017. Recibimos formación en el área del Compromiso con las Escrituras. Después de reflexionar sobre nuestras motivaciones y convicciones con respecto a la Palabra de Dios, cada uno de los participantes escribió su propio salmo. Después de pasar 30 minutos escribiendo volvimos a reunirnos y cada uno leyó su salmo en voz alta. Fue un tiempo muy profundo adorando a Dios. Después de escuchar todos los salmos, compartimos nuestras experiencias. Estas son algunas de las reacciones: “Nos lleva a tener un espíritu de oración”. “Cuando todos iban leyendo sus salmos yo no quería que terminase nunca”. “Era como estar en contacto directo con Dios”.

Lean uno de estos salmos, escrito por Axel Aurenche Gbelia, un estudiante de Costa de Marfil:

He leído libros
Me han educado
He leído libros
Incluso intenté culturizarme

Pero he leído el Libro
La obra de arte de Dios
Su álbum, Su manuscrito
Que va desde la prehistoria hasta el futuro

He leído el Libro
Ese diseño y esas palabras celestiales
La historia de la relación de Dios con el hombre
Y del hombre con Dios

He leído el Libro
Ahora sé de dónde vengo
Quién dice Dios que soy
Quién soy y a dónde voy

He leído el Libro
El folleto de Dios, su trabajo
Mis desiertos florecen de nuevo
Mis lágrimas se regocijan

He leído el Libro
El decreto y la escultura de Dios
Puedo llorar de gozo
e incluso río en medio de la desgracia

Yo sé quién es Él
Es el glosador y el Dios de las letras
Es el historiador de los siglos y el escritor supremo

He leído el Libro
He leído Su Libro
Más que formado
Más que educado
Más que enseñado
Más que convencido
He sido cambiado de por vida

Formándonos a través de los Salmos

El Proyecto Salmos comenzó en octubre de 2010 como un viaje de 7 años. Los participantes meditan sobre veintiún salmos cada año y memorizan al menos algunos de ellos. El propósito es que los salmos transformen nuestra adoración, oraciones y comprensión de Jesús.  Como parte de este viaje, las personas involucradas comparten breves meditaciones todos los meses acerca de lo que Dios les está enseñando.  Todos los años, leen un libro acerca de los Salmos.  Durante los primeros años, han leído:

  • Los Salmos, de Dietrich Bonhoeffer;
  • La Conquista del Espacio Interior:  Aprendiendo el Lenguaje de la Oración, por Sunder Krishnan;
  • Una Larga Obediencia en la Misma Dirección, de Eugene Peterson (acerca de los Salmos de Ascensión: 120-134).

Polina, una obrera IFES en Asia Central, participa en este viaje. Cuando le consultaron acerca de su experiencia, compartió:

El Proyecto Salmos es una gran oportunidad personalmente para mí es tener un plan claro para leer la Biblia y ser responsables. Este proyecto me mantiene centrado en la Palabra de Dios y en Dios mismo. El memorizar pasajes me ayuda a desarrollar una disciplina para organizar mi tiempo y mis pensamientos y conocer la Palabra de Dios sin mirar la Biblia. Es más, todos los salmos que he memorizado han conducido al desarrollo de debates con estudiantes y amigos quienes han fortalecido su enfoque en las Escrituras. Los Salmos, más que cualquier otro libro, describe una vida espiritual y las experiencias que ocurren dentro de un creyente. Debido a la gran variedad de salmos (salmos de alabanza, de lamento, etc.) pueden leerse en cualquier momento y ser adecuados. Los Salmos me ayudan a formar mi oración cuando profundizo en ellos. Todas estas razones me motivan a seguir.

A veces lucho contra mi propia pereza, no tanto en la lectura sino en la escritura de mis meditaciones. No obstante, gracias a la claridad del programa y los recordatorios mensuales, he logrado seguir adelante. Al intercambiar meditaciones con otros participantes es una parte valiosa de este proyecto. Las meditaciones que nos mandamos los unos a los otros suelen reflejar nuestra comprensión personal de un salmo, aquello que más nos impactó o una experiencia que hayamos tenido que nos hace conectar con el salmo.”

Tim Berends, un obrero IFES en Asia Central, facilita esta oportunidad de formación en línea. Si les gustaría unirse a este viaje internacional o quieren más información, por favor, escríbanle a sabine.kalthoff (at) ifesworld.org.

Aprendiendo a Orar

La Biblia no solo nos enseña que la oración es importante, sino que también nos muestra cómo orar. Según vemos las oraciones que nos muestran las Escrituras, aprendemos cómo orar.

Una cosa que me fascina de las oraciones de los salmos es cómo la vida se eleva en oración: las partes brillantes y obscuras de la vida, el gozo y el dolor, el amor y el odio. Un salmo precioso de confianza sigue a un salmo de lamento (por ejemplo el Salmo 23 después del 22). ¿Acaso no refleja esto la realidad de nuestro caminar con Dios? Los salmos-oración no son tan bonitos y limpios, expresan sentimientos tales como la ira (por ejemplo Salmo 137) o preguntas dolorosas (por ejemplo Salmo 13). Toda la vida tiene un lugar en estas conversaciones con Dios. Estas oraciones nos invitan a hablarle a Dios de todo, sin editar nuestros pensamientos o nuestros sentimientos.

Las oraciones de las Escrituras también nos invitan a orar con una perspectiva amplia. Con frecuencia, nuestras oraciones simplemente son un eco de nuestros pensamientos y oraciones que solemos tener dentro. Las oraciones bíblicas nos ayudan a orar a la luz de la realidad de Dios. La oración del Señor incluye los propósitos de Dios para el mundo entero (Mt. 6:9-13). Las oraciones de Pablo han retado mi tendencia a orar primordialmente para que Dios cambie las circunstancias difíciles y resuelva problemas. Las oraciones de Pablo van más allá cuando ora para que los creyentes crezcan en su conocimiento de Dios, dar fruto, y andar fielmente con Dios hasta que Cristo regrese. (Véase Ef. 1:15-23; 3:14-21; Fil. 1:3-11; Col. 1:3-14).

Déjenme cerrar con algunas sugerencias acerca de cómo las oraciones de las Escrituras pueden formar nuestra oración comunal:

  • Oren usando oraciones de la Biblia. Pueden articular las palabras de las Escrituras juntos. O pueden orar algunas frases de las Escrituras y permitir que dichas palabras les lleven a oraciones más profundas antes de continuar con la oración bíblica. De esta forma, nuestras oraciones alternarán entre palabras de las Escrituras y nuestras propias palabras en la oración.
  • Oren unos por otros usando las oraciones de Pablo. Personalicen las oraciones insertando el nombre de la persona por la que están orando.
  • Lean las oraciones de las Escrituras juntos. Tras un tiempo de reflexión silenciosa y de compartir permitan que esta oración moldee el tiempo de oración comunal.

De forma similar, pueden permitir que las oraciones de las Escrituras moldeen su vida de oración personal. Cuando nos adentremos en estas oraciones, estaremos aprendiendo cómo orar.

Sabine Kalthoff