Monthly Archives: septiembre 2016

Una palabra de ánimo

(Escrito por Martin Haizmann, Secretario General Asociado de IFES)

…  pero los que confían en él renovarán sus fuerzas. volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”. (Isaías 40:31)

Una palabra de Dios para su pueblo en la historia
Los israelitas llevan unos cincuenta años en el exilio en Babilonia. Han sido conquistados y deportados y lo han perdido todo: la tierra, el templo… Y ahora Dios anuncia por medio de su profeta: Yo me pondré en acción y les sacaré del cautiverio. Pero el mensaje es recibido con escepticismo: ¿Nuestro Dios es capaz de rescatarnos? ¿No han demostrado los dioses babilonios ser más poderosos? Y si es capaz de hacerlo, ¿está interesado en ayudarnos? ¿Por qué no intervino cuando nos conquistaron los babilonios? Después de todo lo que hemos pasado, ¿realmente se preocupa por nosotros (ver el vers. 27)?

Isaías 40 es una declaración del poder de Dios: ¡Sí, ÉL puede! Y también, Sí, a ÉL le importa muchísimo su pueblo. Dios invita a todos a perseverar y a seguir confiando. Así como se preocupa por su pan diario, promete darles la fuerza diaria que necesitan para enfrentarse a la vida, para que no pierdan la esperanza ni se desanimen.

Una palabra de parte de Dios para mi caminar personal
A lo largo de mi vida Dios me ha hablado una y otra vez por medio de esta palabra en Isaías 40:31, a menudo de forma inesperada. Me dieron este versículo en mi confirmación a los 14 años. Desde entonces ha sido como un hilo rojo que Dios ha ido entretejiendo en mi vida, mostrándome que mi vida no sólo depende de mis propios planes y decisiones, de mis logros o fracasos. Hay un Dios que es más grande que yo. Él escribe el guión de mi vida.

Pongo dos ejemplos:
_Entregué mi tesis de fin de carrera cuando estudiaba Ingeniería, después de haber estado trabajando en ella durante un año. Estaba a punto de casarme e iba a empezar a trabajar con SMD Alemania unas semanas después. Pero mi supervisor me escribió y me dijo: “Has cometido un error… tendrás que reescribir una gran parte de la tesis”. Estaba deshecho. Esa tarde fui a la reunión de nuestro grupo estudiantil y terminó con un pensamiento basado en Isaías 40:31. Lo sentí como una palabra personal de Dios para mí, como su invitación a seguir confiando. Su palabra me aseguró: no te fallaré. Unos días después pude demostrar que yo no había cometido ningún error, sino que había sido mi supervisor. Así que pudimos celebrar la boda sin problemas y pude empezar a servir con SMD.

_Después de cinco años como obrero me pidieron ser el coordinador nacional de los ministerios estudiantiles de SMD. ¡Era un gran reto! Yo era el obrero más joven del equipo y en caso de aceptar el puesto tendría que trasladar a mi familia a una parte de Alemania que no conocíamos, dejar a la familia atrás a menudo para viajar y arriesgarme a no poder desarrollar nunca mi carrera como ingeniero. Me venían tantas dudas y preguntas y era difícil averiguar si era el plan y el llamado de Dios para nosotros. Con “temor y temblor” aceptamos. Justo después de realizar la entrevista con el comité de SMD me ofrecieron un contrato de cinco años y después escuché una exposición bíblica sobre Isaías 40:31. De nuevo Dios me estaba asegurando que más allá de mis propios pensamientos, ÉL me estaba guiando en SUS caminos.

Martin Haizmann, Martin.haizmann(at)ifesworld.org

Efectos multiplicadores

(Escrito por Josue Alanis, Cinthya Ocón, Fausto Romero Obreros de MUC El Salvador)

Estamos agradecidos al Señor por despertar nuestro interés en su Palabra por medio de las consultas de IFES sobre el compromiso con las Escrituras. Ahora es nuestro deseo compartir este interés con otras personas de El Salvador. Lo hemos estado haciendo de varias formas.

Durante los últimos dos años hemos estado dando una sesión sobre el compromiso con las Escrituras en nuestro encuentro nacional de formación para estudiantes. Cada vez que yo (Cinthya) doy esta sesión me enamoro cada vez más de la Palabra. Una y otra vez me fascina lo que Dios está haciendo en la vida de los estudiantes por medio de su Palabra y me he dado cuenta de lo importante que son las Escrituras para la vida cristiana.

Durante estos últimos meses también hemos tenido el privilegio de dar formación a jóvenes de diferentes iglesias sobre el compromiso con las Escrituras. Nos gozamos al ver que su perspectiva de la Palabra de Dios ha cambiado por completo. Uno de los resultados fue que se han interesado en la obra de MUC en la universidad. Estas sesiones nos han abierto una puerta para colaborar con jóvenes de diferentes iglesias.

El tema que suele resultar más interesante es una reflexión sobre lo que significa amar, estudiar, vivir y compartir la Palabra. Animamos a los jóvenes a cultivar un amor real por Dios y por su Palabra. Estudiar, vivir y compartir la Palabra fluye de este amor.

Hay una actividad que nos ha enriquecido mucho al intentar madurar en nuestra forma de abordar los retos de nuestro mundo de una forma bíblica. Empezamos leyendo sobre la realidad del país en el que vivimos. Pedimos a los participantes que creen un collage con periódicos para reflejar los retos, deseos y miedos de sus compañeros de estudio. Entonces les pedimos que encuentren respuestas a estos temas en la Biblia. Muchos responden con versículos bíblicos sueltos que ofrecen una respuesta superficial. Cuestionamos estas respuestas para que se den cuenta de lo importante que es tener un conocimiento más profundo de la Biblia y no sólo unos cuantos versículos de memoria que son conocidos por casi toda la población de El Salvador. Terminamos este ejercicio con un pequeño estudio sobre Habacuc y sobre cómo la respuesta de Dios a este profeta se puede relacionar con las preguntas de nuestro contexto. Nuestro propósito es ver cómo podemos sostener el periódico en una mano y la Biblia en la otra.

Hemos podido influir en la vida de más de 150 jóvenes de MUC y de más de 50 jóvenes de iglesia con sesiones sobre el compromiso con las Escrituras. Dios ha sido bueno con nosotros y hemos visto cómo algunos jóvenes se han comprometido a estudiar y a amar la Palabra de Dios. La Iglesia de El Salvador tiene que dejar atrás la religiosidad y reavivar su amor por las Escrituras.