(Escrito por Josue Alanis, Cinthya Ocón, Fausto Romero Obreros de MUC El Salvador)
Estamos agradecidos al Señor por despertar nuestro interés en su Palabra por medio de las consultas de IFES sobre el compromiso con las Escrituras. Ahora es nuestro deseo compartir este interés con otras personas de El Salvador. Lo hemos estado haciendo de varias formas.
Durante los últimos dos años hemos estado dando una sesión sobre el compromiso con las Escrituras en nuestro encuentro nacional de formación para estudiantes. Cada vez que yo (Cinthya) doy esta sesión me enamoro cada vez más de la Palabra. Una y otra vez me fascina lo que Dios está haciendo en la vida de los estudiantes por medio de su Palabra y me he dado cuenta de lo importante que son las Escrituras para la vida cristiana.
Durante estos últimos meses también hemos tenido el privilegio de dar formación a jóvenes de diferentes iglesias sobre el compromiso con las Escrituras. Nos gozamos al ver que su perspectiva de la Palabra de Dios ha cambiado por completo. Uno de los resultados fue que se han interesado en la obra de MUC en la universidad. Estas sesiones nos han abierto una puerta para colaborar con jóvenes de diferentes iglesias.
El tema que suele resultar más interesante es una reflexión sobre lo que significa amar, estudiar, vivir y compartir la Palabra. Animamos a los jóvenes a cultivar un amor real por Dios y por su Palabra. Estudiar, vivir y compartir la Palabra fluye de este amor.
Hay una actividad que nos ha enriquecido mucho al intentar madurar en nuestra forma de abordar los retos de nuestro mundo de una forma bíblica. Empezamos leyendo sobre la realidad del país en el que vivimos. Pedimos a los participantes que creen un collage con periódicos para reflejar los retos, deseos y miedos de sus compañeros de estudio. Entonces les pedimos que encuentren respuestas a estos temas en la Biblia. Muchos responden con versículos bíblicos sueltos que ofrecen una respuesta superficial. Cuestionamos estas respuestas para que se den cuenta de lo importante que es tener un conocimiento más profundo de la Biblia y no sólo unos cuantos versículos de memoria que son conocidos por casi toda la población de El Salvador. Terminamos este ejercicio con un pequeño estudio sobre Habacuc y sobre cómo la respuesta de Dios a este profeta se puede relacionar con las preguntas de nuestro contexto. Nuestro propósito es ver cómo podemos sostener el periódico en una mano y la Biblia en la otra.
Hemos podido influir en la vida de más de 150 jóvenes de MUC y de más de 50 jóvenes de iglesia con sesiones sobre el compromiso con las Escrituras. Dios ha sido bueno con nosotros y hemos visto cómo algunos jóvenes se han comprometido a estudiar y a amar la Palabra de Dios. La Iglesia de El Salvador tiene que dejar atrás la religiosidad y reavivar su amor por las Escrituras.