Este fue el tema de una sesión de formación memorable sobre el compromiso con las Escrituras, que reunió a más de 100 líderes estudiantes, obreros y colaboradores de NIFES en Abuya, la capital de Nigeria. Empezamos con un tiempo preparatorio para formar a los que iban a llevar grupos pequeños. Esto era importante porque el trabajo en grupos pequeños jugó un papel esencial durante la sesión.
Uno de los puntos fuertes de esta sesión fue un proyecto en grupos pequeños, en el que trabajamos juntos para ver de qué manera la Palabra de Dios se aplica a la realidad de nuestro contexto. Uno de los objetivos de este ejercicio era renovar la buena práctica de volver a las Escrituras cuando nos enfrentemos a los retos de nuestro contexto, para así fortalecer nuestra creencia de que las Escrituras son válidas para todos los aspectos de la vida.
Durante el proyecto en grupos pequeños se identificó una serie de problemas a los que los estudiantes se suelen enfrentar en su contexto:
- Conductas incorrectas en los exámenes/Corrupción académica.
- Corrupción y gobernanza.
- Sexualidad.
- Pobreza y violencia.
- Prácticas culturales.
- Persecución.
Cada uno de los grupos pequeños trabajó sobre un problema del contexto, siguiendo cuatro pasos. En primer lugar, identificamos los principales retos del problema: ¿qué nos lleva a buscar una respuesta cristiana? En segundo lugar, sugerimos pasajes bíblicos que podrían ayudar con el problema. En tercer lugar, escogimos un pasaje bíblico para estudiarlo más a fondo y ver cómo se aplica al problema del contexto. Por último, sugerimos formas creativas/relevantes de compartir este pasaje y su enfoque en nuestro contexto.
Cada uno de los grupos presentó su trabajo en una cartulina y lo mostró para que los demás participantes lo vieran. ¡Fue una actividad muy educativa!
Para mí, el proyecto en grupos pequeños fue transformador. Estudiar las Escrituras para ver qué dice la Palabra de Dios acerca de cada conducta incorrecta y sobre la corrupción fue duro pero muy interesante. Surgió una gran pregunta: como movimiento nacional, ¿cómo podemos tratar el tema de las conductas incorrectas en los exámenes y la corrupción académica en nuestro país?
Ahora cuando escucho hablar del compromiso con las Escrituras, no sólo pienso en estudiar la Biblia, sino en algo que va más allá. Pienso en A.E.V.C., es decir: Amar, Estudiar, Vivir y Compartir la Palabra de Dios. Para mí el compromiso con las Escrituras ha pasado de ser una simple actividad a un estilo de vida. He decidido vivir según la Palabra de Dios y compartirla con mis amigos y hermanos. Se han hecho más fuertes mis convicciones sobre las Escrituras y anhelo el cambio productivo que provoca la Palabra de Dios.
Jesús, el anfitrión, que nos invita a acercarnos a su Palabra, es la realidad que lo cambia todo.
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