“SELAH”

Firmes. Pausa. Parar para escuchar. Subrayando lo que acabamos de decir. En el libro de los Salmos, “Selah” es una pausa entre las distintas partes de un salmo. Aunque el significado sigue sin estar claro, podría proceder de la raíz hebraica “salah” que significa “colgar” o “pesar”. En el contexto de escuchar la Palabra, significa el espacio que le permitimos a la Palabra para que ella nos escudriñe. Usamos Selah para representar los 10-15 minutos que dedicamos a estar en la presencia de Dios, abrazando su Palabra y permitiendo que su palabra escudriñe nuestra forma de vivir.

Cada vez que celebramos conferencias estudiantiles en el Este de Asia, empezamos nuestros días con Selah, intencionalmente. Recordamos las frases claves que hemos dicho (o bien en silencio o mientras un director espiritual sostiene un cartel con dichas frases). Con estas frases en mente, nos quedamos en la presencia de Dios, creando un espacio para que Dios pueda imprimir su Palabra en nosotros y para poder considerar cómo le responderemos. A veces, añadimos una pregunta para escudriñar nuestras almas a nuestro tiempo de Selah.

¡Es increíble como el silencio y la soledad pueden empezar a hacer su obra! Me conmueve ver cómo el Espíritu Santo mueve nuestros corazones con la Palabra que acabamos de oír y busca una respuesta. Los estudiantes observan que esta pausa les llama la atención a lo que Dios está haciendo en sus vidas, algo que suele perderse en el ajetreo de sus vidas cotidianas.

A lo largo de los años, esta práctica se ha contagiado a otras partes de la región. En el retiro de líderes estudiantiles de Singapur (2014), Dios usó este tiempo de Selah para entrar en sus corazones. Durante este tiempo fuimos conmovidos y escuchamos lo que Dios realmente quería que oyéramos a través de la comunión.

En un grupo de un campus de Malasia, la coordinadora de oración empieza la reunión de oración semanal con Selah. Invita a los estudiantes a meditar en lo que Dios ha estado hablando a sus vidas durante la semana, dándoles tiempo a las personas para que Dios y su Palabra les escudriñen. Esto hizo que muchos estudiantes tuvieran una mayor intencionalidad en sus vidas.

Muchos grupos de los campus terminan su tiempo de Uso de las Escrituras con unos pocos minutos a solas para asimilar la Palabra de Dios.

Estos son los algunos de las ondas que se extienden y se pueden ver en nuestros movimientos del Este de Asia: “La Palabra y sus demandas se volvieron más claras para mí”; “La Palabra de Dios me convención”, “Le entregué a Dios las cosas que estaba reteniendo”; “Sentí consuelo y alivio de la carga y la vergüenza a la que me aferraba”; “Mantuve el compromiso que hice hace cinco años en Selah y ahora estoy cambiando de trabajo porque es a lo que Dios me está llevando”.

¡Venga, dejemos que la Palabra nos escudriñe!

Annette Arulrajah (anet195(at)yahoo.com)
Secretaria Regional Asociada para el Este de Asia.