Para la mayoría de nosotros en el contexto africano, la oración y la piedad son una parte indispensable de nuestra espiritualidad. Oramos y buscamos a Dios para todo, desde la atención médica hasta el empleo y los préstamos bancarios. Nada se da por sentado ni se deja al azar, porque la mayoría de las veces, ¡nuestros sistemas nos fallan!
Por mucho que oremos, algunas de nuestras oraciones son muy preocupantes. Su contenido es ajeno al lenguaje y la actitud de la Biblia. Lo mismo puede decirse de la postura de nuestras oraciones y de las personas que oran. La motivación suele ser el miedo y el deseo de manipular todo lo espiritual en nuestro beneficio.
Estas son algunas de las oraciones de Pablo que examinamos en un reciente viaje con el personal de ESWAFES, el movimiento de Esuatini:
1) Pablo agradece a Dios por su pueblo (por ejemplo: Romanos 1:8-10, 1 Corintios 1:4, Efesios 1:16, Filipenses 1:3-4, Colosenses 1:3, etc.).
2) Pablo oró por su sabiduría y conocimiento (por ejemplo Efesios 1:17, Efesios 1:18, Romanos 15:13).
3) Pablo pidió a la gente que orase por él (por ejemplo 2 Tes 3:1-2, Fil 1:22) y una serie de otros muchos asuntos.
Al examinar las oraciones de Pablo en nuestros estudios, vimos que había que aprender y desaprender muchas cosas. Tenemos que desaprender muchas prácticas con las que la oración se ha asociado en nuestro contexto, al igual que en su contexto, los discípulos necesitaban orar de forma diferente a los hipócritas y paganos (Mateo 6:5-8).
He aquí algunos de las cosas que hemos tenido que desaprender:
a) Dios no es un recadero que enviamos a nuestro antojo a través de la oración.
b) La oración no es un arma que utilicemos para que Dios cambie de opinión y haga nuestra voluntad.
c) La oración es más grande que nuestro propio egocentrismo; no se trata de nosotros.
Estas cosas fueron muy difíciles de desaprender porque han sido parte de nuestra economía de la oración desde que fuimos salvos, tanto nosotros como nuestros pioneros. Alabado sea Dios porque aprendimos muchas lecciones vitales de las oraciones de Pablo, incluyendo las siguientes:
(a) Las prioridades de Dios deben convertirse en nuestras prioridades en la oración.
(b) La soberanía de Dios sobre los asuntos de los hombres y su creación son la base de nuestra confianza en la oración.
(c) La sumisión al gobierno de Dios es la máxima motivación para una vida de oración.
Mientras pensamos en la oración, me gustaría invitarnos a todos a mirar algunas de las grandes oraciones que el pueblo de Dios hizo en la Biblia. Intentemos aprender de ellos. Las oraciones de Pablo son una colección maravillosa para los cristianos de hoy
Mukululi Ncube, miembro del personal de la ESWAFES y del equipo global de IFES para el Compromiso con las Escrituras.