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Encuentro con Dios en Su Palabra: en la Asamblea Mundial (¡o en otras grandes reuniones!) 

Logo de la Asamblea Mundial¿Vas a ir a la Asamblea Mundial? ¿O tienes otro gran evento, por ejemplo, Formación, ¿en tu país o región con mucha gente y un apretado programa en el que la Palabra de Dios sea el centro?

¿Cómo podemos aprovechar al máximo estas oportunidades para encontrarnos con Dios y escuchar Su Palabra, de una manera fresca y relevante, cuando hay tantas cosas en las que involucrarse?
Hagamos ahora una pausa para considerar cómo podemos comprometernos con el Señor en Su Palabra.

Deleite personal y testimonio público
Los Salmos (nuestro enfoque en AM 2023) son una gran mezcla de devoción personal, angustia y alabanza combinadas con el recuerdo, la declaración y el testimonio del carácter y las obras de Dios en comunidad.

Si lees el Salmo 40, por ejemplo, David recuerda poéticamente lo que Dios ha hecho por él: escuchar su clamor, asentarlo sobre la roca firme y darle un nuevo cántico de alabanza… ¡Este encuentro personal se convierte en un desbordante testimonio público!

En nuestras grandes reuniones, a veces podemos sentirnos perdidos entre la multitud, o muy ocupados con numerosas reuniones. He aquí algunas ideas sencillas, que pueden ser útiles cuando tú y otros obreros o estudiantes se reúnan para invocar, escuchar y ser transformados por la Palabra Viva en estas buenas, pero concurridas, reuniones.

  1. Personal: Asegúrate de reservar tiempo para leer y meditar en las Escrituras a solas. Por supuesto, puedes seguir tu plan habitual de lectura de la Biblia, pero también puedes centrarte en los textos que estudiarán todos durante el evento. Tener tu propio encuentro con el Señor en estos pasajes puede prepararte para escuchar y comprender mejor durante los tiempos comunes de estudio. Y, a medida que avance en la conferencia, anota los pasajes y pensamientos sobre los que desees pasar más tiempo pensando y orando.
  2. Compañerismo: También es bueno valorar los espacios de interacción en pequeños grupos con otras personas en torno a la Palabra. En los grandes eventos, con mucha gente, estos espacios más íntimos, en parejas o grupos más pequeños, donde compartir dudas y descubrimientos, se convierten en una forma especial de aprendizaje y estímulo mutuos.

“No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad”.
Salmo 40:10

  1. Comunidad: Escuchar a Dios por medio de los miembros de nuestras diversas comunidades es una maravillosa oportunidad para aprender de la Palabra de Dios a través de personas de contextos diferentes, que tienen preocupaciones, preguntas y perspectivas distintas. Al estudiar la fiable Palabra de Dios con otras personas, podemos darnos cuenta de cosas sobre Dios, el discipulado y la gracia que, de otro modo, habrían pasado desapercibidas.
  2. Más allá de la conferencia: Así que, cuando vayamos a la Asamblea Mundial, Formación, y eventos similares, debemos llegar abiertos a lo que el Señor quiera enseñarnos a través de Su Palabra – en nuestras propias devociones, en las sesiones principales de enseñanza, y durante el almuerzo, mientras compartimos lo que Él nos está mostrando en nuestros contextos.

En estos eventos podemos escuchar historias, tener acceso a recursos, métodos y distintos enfoques de la Palabra de Dios. Procura escuchar, aprender e identificar (tomando nota) buenas prácticas que puedan ser útiles o adaptables a los retos de tu propia realidad y cultura. Ven dispuesto a compartir tus historias, tus dificultades, pero también las formas en que has conectado con éxito con las Escrituras.

Estos intercambios nos ayudarán a crecer en nuestra forma de amar, estudiar, vivir y compartir la Palabra de Dios en nuestros contextos misioneros.

Paula y Ricardo
Sirviendo como líderes del Equipo Global de Compromiso con las Escrituras de IFES

Curso de aprendizaje online del Compromiso con las Escrituras

Photo by Debby Hudson on Unsplash

“Me resultó muy útil que me hicieran preguntas sobre el Compromiso con las Escrituras durante el curso y que no solo me dijeran lo que tenía que pensar. Este curso también supuso un gran avance en mi propio compromiso con las Escrituras. Una cosa que me llevo es que no debo ver las Escrituras como algo que tachar de la lista o una actividad de investigación, sino como un encuentro personal con Dios”.
Testimonio de Guyana

“Después de ver la pasión por la Palabra de Dios que siente el autor del Salmo 119, me di cuenta de que yo también anhelaba esa misma pasión, para mí y para los estudiantes”.
Testimonio de Italia

¿Cómo podemos crecer en nuestro reconocimiento de que el Compromiso de las Escrituras se refiere a cada parte de la vida? Una forma de hacerlo es participar en un camino de aprendizaje junto con los hermanos y hermanas de nuestra comunidad mundial. Por ello, queremos animarte a completar el curso de aprendizaje online “Fundamentos del compromiso con las Escrituras”, diseñado para preparar a quienes participan en el ministerio de sus movimientos nacionales.

Para nosotros no se trata de un curso en el que unos enseñan y otros aprenden. En esto, cada uno es un estudiante que se encuentra con Dios y aprende de Él. Este curso tiene lugar por medio de la escucha activa de Dios en el estudio diligente de las Escrituras, que a su vez abre un espacio para la reflexión personal, la comunicación, el intercambio de perspectivas y experiencias, y la promoción del crecimiento mutuo a través de la belleza del mensaje de Dios para nosotros, como comunidad, a través de la Palabra.

Ofrecemos el curso de aprendizaje online “Fundamentos del compromiso con las Escrituras” en tres idiomas. Consta de dos partes, de cuatro semanas cada una, con una semana de descanso entre ambas partes.
Hay dos formas de participar.

Opción 1: inscríbete en una de las cohortes de este año utilizando los siguientes formularios:

Inglés (a partir del 4 de septiembre): enlace aquí.
Español (a partir del 4 de septiembre): enlace aquí.
Francés (a partir del 2 de octubre): enlace aquí.

Opción 2: reúne una cohorte de tu movimiento nacional o de tu región. De este modo, podrás elegir las fechas e incluso ajustar la duración del curso para adaptarlo a tu grupo.
Para más información sobre cómo planificar, o para aclarar cualquier otro detalle, dirígete a scriptureengagement@ifesworld.org.

También esperamos contar contigo.

“He adquirido un nuevo amor y un mayor entusiasmo por la Palabra de Dios. Hacer el curso fue refrescante. La Palabra de Dios me parece más como un tesoro que como una tarea. Terminaba cada sesión con ganas de más”.
Participante de Sudáfrica

“El curso supuso un cambio en mi actitud/perspectiva. Crecí como cristiano, pero nunca me paré a preguntar: ¿Cuáles son mis convicciones? ¿Por qué leo? Para mí, este curso ha sido un llamado de Dios: un llamado a una relación más profunda, a profundizar en la Palabra”.
Participante de Etiopía

Equipo Global de Compromiso con las Escrituras de IFES

Estableciendo modelos a seguir en las Escrituras

foto de MessayDi mis primeros pasos en la Biblia en la escuela dominical cuando aún era estudiante de la escuela primaria, al tiempo que hacíamos devocionales en familia en casa. En ese tiempo recibí mi primera Biblia y empecé a leer por mí mismo las palabras que había oído enseñar a otros.

Fue muy especial poder tener la oportunidad de crecer en mi comprensión de cómo estudiar la Biblia. Al participar en los ministerios estudiantiles de la escuela secundaria y la universidad, me familiaricé con un método conocido como “Estudio Bíblico Inductivo”. Tras esta etapa, como obrero con EvaSUE (Movimiento de IFES en Etiopía), aprendí una aproximación a las Escrituras que se traduciría como el “Método de Estudio Manuscrito”.

La gente me suele pedir que mencione mis pasajes preferidos de las Escrituras, no obstante, no hay pasajes en concreto de los que disfrute como tales. Es más bien que varios pasajes se vuelven relevantes para mí en distintos momentos de mi vida. Habiendo dicho esto, debido a la frecuencia con la que he estudiado la primera mitad del Evangelio de Marcos, he llegado a apreciar y amar cómo Marcos describe las enseñanzas de Jesús acerca de la obediencia. Esto es especialmente real en la parábola del sembrador (¿o deberíamos llamarla la parábola de los tipos de tierra?), que habla sobre el gran mensaje de este Evangelio relativo al discipulado. Las enseñanzas de Jesús en este tema me inspiran a ver los aspectos cotidianos, prácticos y, aparentemente, tediosos, del discipulado.

Cuando reflexiono acerca de las necesidades y los retos para esta generación de estudiantes que busca conectar con las Escrituras, destacaría dos observaciones sobre todas las demás. En primer lugar, creo que esta generación requiere una base firme y discipulado en su conocimiento básico de la Biblia, tanto en su meta-narrativa como en las porciones más pequeñas. Este punto también enlaza con cómo nuestras iglesias están discipulando. En segundo lugar, la generación responsable de formar a los estudiantes para estudiar las Escrituras debe liderar con su ejemplo, en tanto en cuanto concierna a la aplicación de la Palabra a nuestros respectivos contextos.

Por último, me gustaría compartir algunas de mis metas para seguir creciendo en las Escrituras. Primero, quiero pasar mi tiempo personal en quietud de manera consistente, tiempo en el que puedo estudiar la Biblia. Segundo, debería ser un ejemplo de obediencia de lo que leo, predico y enseño para con los estudiantes.

Messay Imru
Coordinador del Compromiso con las Escrituras de EvaSUE y miembro del equipo global de IFES de Compromiso con las Escrituras

Desaprendiendo y aprendiendo con Pablo

Para la mayoría de nosotros en el contexto africano, la oración y la piedad son una parte indispensable de nuestra espiritualidad. Oramos y buscamos a Dios para todo, desde la atención médica hasta el empleo y los préstamos bancarios. Nada se da por sentado ni se deja al azar, porque la mayoría de las veces, ¡nuestros sistemas nos fallan!

Por mucho que oremos, algunas de nuestras oraciones son muy preocupantes. Su contenido es ajeno al lenguaje y la actitud de la Biblia. Lo mismo puede decirse de la postura de nuestras oraciones y de las personas que oran. La motivación suele ser el miedo y el deseo de manipular todo lo espiritual en nuestro beneficio.

Estas son algunas de las oraciones de Pablo que examinamos en un reciente viaje con el personal de ESWAFES, el movimiento de Esuatini:

1) Pablo agradece a Dios por su pueblo (por ejemplo: Romanos 1:8-10, 1 Corintios 1:4, Efesios 1:16, Filipenses 1:3-4, Colosenses 1:3, etc.).

2) Pablo oró por su sabiduría y conocimiento (por ejemplo Efesios 1:17, Efesios 1:18, Romanos 15:13).

3) Pablo pidió a la gente que orase por él (por ejemplo 2 Tes 3:1-2, Fil 1:22) y una serie de otros muchos asuntos.

Al examinar las oraciones de Pablo en nuestros estudios, vimos que había que aprender y desaprender muchas cosas. Tenemos que desaprender muchas prácticas con las que la oración se ha asociado en nuestro contexto, al igual que en su contexto, los discípulos necesitaban orar de forma diferente a los hipócritas y paganos (Mateo 6:5-8).

He aquí algunos de las cosas que hemos tenido que desaprender:

a) Dios no es un recadero que enviamos a nuestro antojo a través de la oración.

b) La oración no es un arma que utilicemos para que Dios cambie de opinión y haga nuestra voluntad.

c) La oración es más grande que nuestro propio egocentrismo; no se trata de nosotros.

Estas cosas fueron muy difíciles de desaprender porque han sido parte de nuestra economía de la oración desde que fuimos salvos, tanto nosotros como nuestros pioneros. Alabado sea Dios porque aprendimos muchas lecciones vitales de las oraciones de Pablo, incluyendo las siguientes:

(a) Las prioridades de Dios deben convertirse en nuestras prioridades en la oración.

(b) La soberanía de Dios sobre los asuntos de los hombres y su creación son la base de nuestra confianza en la oración.

(c) La sumisión al gobierno de Dios es la máxima motivación para una vida de oración.

Mientras pensamos en la oración, me gustaría invitarnos a todos a mirar algunas de las grandes oraciones que el pueblo de Dios hizo en la Biblia. Intentemos aprender de ellos. Las oraciones de Pablo son una colección maravillosa para los cristianos de hoy

Mukululi Ncube, miembro del personal de la ESWAFES y del equipo global de IFES para el Compromiso con las Escrituras.

La Biblia en mi vida

La Biblia es lámpara a nuestros pies y luz para nuestro camino. Es salud para el alma y el aliento de Dios mismo. A través de ella, Dios nos reta y nos consuela, nos reprende y restaura, nos exhorta y nos alienta. En todo, es la revelación de la verdad de Dios.

Pero la Biblia también se puede usar mal. Por ello la gran disciplina de IFES de los estudios bíblicos inductivos es importante: aprender a comprender las Escrituras en sus propios términos; respetando su contexto y obedeciendo el mensaje, independientemente lo incómodo que nos haga sentirnos.

El estudio bíblico puede convertirse fácilmente en un ejercicio abstracto. Por eso me encanta que uno de los valores fundamentales del IFES no sea simplemente “la Biblia”, sino “el Compromiso con las Escrituras”. Todo estudio bíblico no debe versar, en última instancia y principalmente, sobre nosotros, sino sobre Dios, su carácter y su invitación a utilizar esta Santa Revelación para conocerle mejor.

Cuando Darrell Johnson fue entrevistado en la Asamblea Mundial de 2015, compartió cómo, antes de abrir un pasaje para preparar su predicación, se preguntaba (haciendo referencia al Cantar de los Cantares) “¿qué me dice este pasaje sobre aquel a quien ama mi corazón?” Esa debería ser la pregunta para todos nosotros cuando abrimos las Escrituras en cualquier momento, seamos o no predicadores o líderes de estudios bíblicos.

A título personal, mi camino con las Escrituras ha pasado por varias etapas. Tuve el privilegio de que me las enseñaran cuando era un bebé sentado a los pies de mis padres y me fascinaba como oyente; para mí era un cuento a la hora de dormir. En la adolescencia, al comprometer mi vida con Cristo y leerlas regularmente como disciplina espiritual, veía a las Escrituras como una historia para mí; un conjunto de exhortaciones para ayudarme a vivir bien como discípulo.

Luego, a medida que crecía en la fe, me di cuenta de que era una historia sobre mí; vi más claramente mis propios defectos en las vidas de sus defectuosos héroes y me maravillé de la suficiencia de Cristo para cubrir todo mi pecado. Cuando las estudié más profundamente en el seminario y me embarqué en el ministerio de la predicación, se convirtieron (no siempre para bien) en una historia mía; verdades de las que me sentí encargado de transmitirlas a los demás. Con el tiempo, me di cuenta de que todos estos hilos debían unirse y, a medida que comprendía con más firmeza la profundidad de la gracia de Dios, se convirtieron en una historia que crecía dentro de mí. Cuando me relaciono con las Escrituras, el Espíritu que inspiró a esos autores es el mismo que me está convenciendo y cambiando. Es un viaje en el que sigo y, si puedo, quiero llevar a otros a hacerlo conmigo.

David Montgomery, Secretario Regional de IFES en Europa.

Transición en el liderazgo

Estar vivo implica sufrir cambios. En septiembre de 2021, Ricardo Borges sustituyó a Sabine Kalthoff en su puesto al frente del ministerio del Compromiso con las Escrituras de IFES. A partir de ahora, Sabine dedicará el 30% de su tiempo a seguir trabajando en IFES como Secretaria de Formación Espiritual, a la vez que se centra en su ministerio sirviendo en un puesto pastoral en una universidad local. Ricardo y Sabine se han hecho algunas preguntas sobre la transición en el liderazgo.

Ricardo, ¿cuál ha sido una de tus experiencias clave durante los cuatro años que has sido Secretario Asociado para el Compromiso con las Escrituras?

He tenido muchas buenas experiencias. Una de ellas fue ver cómo tantos obreros y estudiantes de diferentes partes del mundo abrían su Biblia para explorar la Palabra de Dios y conectar con los desafíos de su contexto. Es maravilloso ver cómo la Palabra de Dios es relevante para nuestra vida entera.

Ricardo, ¿qué es lo que te motiva a seguir trabajando en el ministerio global del Compromiso con las Escrituras?

El hecho de que esta comunidad sea una comunidad global con una gran diversidad de personas, culturas y trasfondos diferentes. Tengo ganas de ver cómo vamos creciendo en las diferentes perspectivas, que nos ayudarán a escuchar mejor al Señor por medio de las Escrituras. Tengo ganas de que crezcan nuestras colaboraciones a medida que damos testimonio del Señor en cada uno de nuestros diferentes contextos.

Sabine, ¿cuál sería un recuerdo valioso de tus últimos diez años como Secretaria de IFES para el Compromiso con las Escrituras?

¡Hay tantos que sería difícil escoger solo uno! Un recuerdo que tengo es el de una consulta de formación de IFES en Ghana. Cuando terminé un estudio bíblico, un compañero de Nigeria vino y compartió conmigo cómo le había hablado la Palabra de Dios. Verdaderamente me chocó: ¡la Palabra de Dios habla a través de las culturas! Esto es algo que ya sabía, pero fue muy diferente vivirlo en primera persona. Me hizo maravillarme y confiar más aún en la Palabra de Dios.

Sabine, ¿en qué consistirá tu nuevo papel en IFES?

Como Secretaria de Formación Espiritual, mi deseo es ayudar a los obreros a florecer en su relación con Jesús. En IFES se nos da bien el trabajo duro, pero a veces olvidamos dejar hueco para que Dios nos hable, nos nutra y nos moldee, tanto de forma individual como en equipo. Lo que deseo es ayudar a crear estos momentos, por ejemplo, dirigiendo sesiones de compromiso con las Escrituras con obreros, organizando el contenido de los retiros de obreros y ayudando de forma individual a los obreros. (Pueden saber más en este enlace).

Una visión que va creciendo

Escrito por Jacob Varghese obrero con UESI, India

Mi experiencia con el Compromiso con las Escrituras empezó cuando era estudiante. En aquel entonces empecé una relación personal con Jesús como mi Señor y Salvador y empecé a conectar de forma profunda con la Palabra de Dios. Estudiar doctrina me ayudó a ver que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios y me ayudó a ver que tenía que reflexionar sobre esta Palabra. A la misma vez empecé a aprender la disciplina de pasar un tiempo devocional a solas y empecé a practicarlo de corazón. Esto ayudó a que mi fe tuviera una buena base.

Sin embargo, no me di cuenta de que solo estaba leyendo y reflexionando sobre unos pocos pasajes. Los aplicaba a mi vida, pero al cabo de un tiempo me estaba aburriendo de leer la Biblia. Seguí leyéndola, pero solo como ejercicio, como cuando realizas ejercicio físico para mantener tu cuerpo. Poco a poco empecé a tener un tiempo devocional solo cuando me venía bien. Yo no era consciente de ello, pero incluso en ese tiempo Dios estaba obrando activamente en mí y moldeándome.

Un tiempo de descanso. Cuando emprendemos un viaje, descansamos de vez en cuando para seguir renovados. Pero yo me había venido abajo en el viaje. Los otros obreros y estudiantes en la comunidad no eran conscientes de mi lucha. Entonces conocí al Rvdo. Koichi Ottawa (Secretario Regional para Asia del Este en aquel momento). Me preguntó de forma muy directa: ¿Cómo vas en tu caminar con Dios? Me sorprendió la pregunta, pero respondí de forma sincera. Ottawa me ayudó a comenzar de nuevo mi caminar con Dios y su Palabra. Me di cuenta de que el Compromiso con las Escrituras no es un deber ni una mera disciplina, sino que se trata del Señor caminando a mi lado y hablándome: lo pasamos bien, hay discusiones, expresiones de decepción, gozo y gratitud. Las Escrituras se convirtieron en un marco para mi vida.

Una visión renovada. Mi visión creció gracias al ministerio global de IFES del Compromiso con las Escrituras. Empecé a entender más profundamente que comprometerse con las Escrituras es un camino que debemos seguir en una relación activa con nuestro Señor. Reconocí que las Escrituras no solo tratan de lo que Dios ha hecho por mí, sino que también me dan un lugar en la gran historia de Dios.

El Compromiso con las Escrituras no es una simple serie de técnicas: es una invitación a seguir creciendo en nuestra relación con Jesús y su mundo. A medida que iba entendiendo esto más profundamente, reconocía mi responsabilidad de empezar a capacitar a la gente para que su vida girara en torno a las Escrituras.

El siguiente paso para mí fue compartir esta visión con otras personas y capacitarlas para multiplicar la visión. Tomé una decisión consciente de que, en la medida de mis posibilidades, me centraría en individuos y en programas de formación en grupos pequeños, en lugar de esperar a que se formaran grupos grandes. Mi camino continúa con la visión de que los jóvenes conecten activamente con Dios, su Palabra y su mundo. Jacob Varghese sirve como obrero con UESI y actualmente tiene su base en Chennai

Ser transformados

Escrito por Daniel, estudiante de Timor Oriental

¿Cómo podemos cambiar nuestra forma antigua de vivir y empezar a vivir una vida nueva? Nuestros propios esfuerzos no son suficientes para vencer a la oscuridad. Especialmente si tenemos recuerdos que se quedarán con nosotros hasta que nos muramos. Yo luchaba con recuerdos así que me perseguían.

Mis amigos decidieron entregar su vida a Dios plenamente y me inspiraron a hacer lo mismo. Al mismo tiempo, sentía un hambre y un vacío interior; como si estuviera a punto de ahogarme. Una noche empecé a anhelar leer la Palabra de Dios. Mientras caminaba por la calle esa noche, llegué a un cruce y giré en dirección a la casa de uno de los obreros. Le pregunté si podíamos estudiar juntos la Palabra de Dios y él aceptó encantado. Nuestro viaje por el Evangelio de Lucas duró unos cinco meses.

A lo largo del estudio, fui inspirado por el carácter de Jesús y por cómo la vida de las personas cambiaba después de tener un encuentro con él. Vi cómo Jesús restauraba la dignidad de las personas, como cuando sanaba a las personas ciegas. También vi cómo estas personas se sintieron profundamente conmovidas por lo que Jesús hizo por ellos. Algo que me impresionó mucho fue que Jesús vino del cielo a vivir una vida sencilla entre nosotros. No escogió vivir como un mago que hacía espectáculos. Aprendí que la clave para la transformación en mi vida es tener FE en Jesús.

El Evangelio de Lucas cambió mi manera de pensar. Entendí que la vida no se trata solo de conocer a Dios con la mente, sino también con el corazón. Aprendí a abrir mi vida para que Jesús me llenara y su luz brillara en mí. También empecé a darme cuenta de que no sería justo callarme sobre lo que el Espíritu Santo había hecho en mí.

Empecé a notar que mis amigos tenían el mismo deseo de leer la Palabra; los temas de la vida y de Dios empezaban a aparecer en nuestras conversaciones y en las redes sociales. Así que no dudamos en formar un pequeño grupo de estudio bíblico. He visto cambios en mis amigos: tienen nuevos valores en su vida y ven la vida de una manera diferente ahora.

A medida que voy conociendo más a Cristo, Jesús me va ayudando a ordenar todo lo que tenía acumulado del pasado y que había intentado esconder. Es una experiencia dulce a la vez que dolorosa. Pero aunque sea dolorosa, sé que Cristo está conmigo y que este proceso es necesario si quiero vivir una vida recta. El trabajo con Jesús siempre estará en proceso hasta el día en que lo vea cara a cara. Describo este proceso de la siguiente manera: “Transformación no solo se trata de cambio, sino también de construcción”.

Testimonio traducido al inglés del tétum

Alan conoció a Dios

*Los nombres han sido modificados al ser una ubicación sensible.

[Photo by Erika Giraud on Unsplash]

Quiero compartir cómo llegué a conocer a Dios. No le estaba buscando, me encontró Él a mí. Llegó a mí en el momento más difícil de mi vida. Llegué a un punto en el que quise quitarme la vida.

Fue inesperado. Estaba paseando por mi universidad y vi a una estudiante repartiendo folletos. Me acerqué a ella y, de alguna forma, esta persona parecía brillar. Tras recibir ese folleto pensé durante un tiempo y luego decidí ir a esa reunión. Esa noche, el debate se centraba en la verdad y concluyó con el pensamiento: “La verdad te hará libre.” Eso me impactó.

“Para nosotros, como obreros, Alan parecía muy sospechoso. Hizo muchas preguntas acerca de quiénes éramos. Pero también tenía muchas preguntas genuinas acerca de la fe. Nos preguntábamos si era un espía, por lo que decidimos no reunirnos con él. Le dijimos que podía leer la Biblia si quería encontrar respuestas a sus preguntas.

¡Y lo hizo! Se descargó la Biblia en su teléfono y buscó en Google qué debía leer primero; así que comenzó por el Evangelio de Juan. Fue gracias a sus propias lecturas de las Escrituras que decidió seguir a Cristo.”

Busqué a los obreros de IFES y les dije: “Quiero conocer a Dios, conocer a Jesús y crecer en Él.” Dios empezó a cambiar todo en mi vida. Mis amigos me rechazaron. Al leer la Palabra de Dios llegué a perdonar a mis padres. Estaban sorprendido y empezaron a preguntarse el por qué.

“Luego descubrimos que el padre de Alan trabajaba en el departamento de asuntos religiosos de la KGB en nuestro país, por eso parecía estar tan bien conectado y ser tan inquisitivo. Sin embargo, su interés era auténtico; empezamos a reunirnos con él para realizar estudios bíblicos uno-a-uno.”

Cuando mis padres descubrieron que iba a estudios bíblicos, se sintieron en shock. “No necesitamos un hijo así.” Me pregunté qué hacer, mi padre dijo “La familia o Dios: elige.” Por lo que empecé a recoger mis pertenencias.

Entonces mis padres me dijeron: “Quédate, te sacaremos de esto a rastras”. No fui a la iglesia en dos semanas, me reuní con varias personas, con un Mullah, me llevaron a la mezquita. A través de todos estos contactos, comprendí que había algo en mi corazón, la salvación estaba dentro de mí, fue increíble. Empecé a pasar más tiempo en la Palabra de Dios, y comprendí cuánto me ama Dios. Le doy gracias a Dios por este ministerio por el que llegué a conocer a Dios.

“Durante este tiempo, estudiamos 1 de Pedro con Alan, centrándonos en mantenernos firmes en Jesús a pesar del sufrimiento. Me dijo ‘Siento que han escrito esto solo para mí’. Alan era un estudiante de último año, me dijo que lo único que quería en la vida era ayudar a los demás a encontrar a Cristo. Ahora se ha unido a nuestro movimiento de IFES como un pasante en una ciudad distinta donde puede disfrutar de más libertad al estar alejado de sus padres. Siente verdadera pasión por ayudar a los demás a encontrarse con Jesús en Su Palabra.”

 

Nina: Profesora y buscadora

*Los nombres han sido modificados al ser una ubicación sensible.

[Photo by Ifrah Akhter on Unsplash]

Nina es una mujer increíble. Es una madre soltera que tiene varios trabajos para poder sacar adelante a su familia. Es una profesora universitaria y una tutora privada de idiomas para niños locales y extranjeros que necesitan aprender el idioma local. Aun con un horario tan demandante, tiene tiempo para pensar y soñar cómo podría llegar a ser la vida.

Nina es de una minoría étnica en un país de mayoría musulmana en Asia. Este grupo étnico cuenta con muy pocos creyentes… Ni ella misma está siguiendo a Cristo aún. Pero al conocer su historia se ve claramente que el Dios de toda creación ha estado tras ella…

Desde los misioneros sudamericanos que se hicieron amigos de ella y le ayudaron a superar unos momentos difíciles, hasta la invitación casual de trabajar en una escuela privada fundada por cristianos, pasando por las múltiples amistades que ha forjado, las conversaciones acerca de la fe y la forma en la que ha experimentado un ambiente de trabajo cuando se vio rodeada por creyentes en Jesús.

Mary, una estudiante mayor y una creyente madura, oraba por ella con frecuencia, observando y esperando la oportunidad de compartir la Palabra con ella. La paciencia de Mary no significaba falta de acción, sino una oración activa. Durante este tiempo de espera y oración, creció una relación de amistad y confianza. Nina empezó a compartir acerca de su familia con Mary y le relató su historia, y comenzó a compartir sus esperanzas y sus sueños. Cuando Nina perdió a un familiar, habló con Mary acerca de la muerte, lo que le dio una oportunidad para compartir un versículo de las Sagradas Escrituras. Pero el gran deseo de Mary era leer la Biblia con Nina, para que Nina pudiera conocer a Dios por medio de su Palabra….

Tras un tiempo, Nina le preguntó a Mary si podían leer la Biblia juntas. Nina invitó a Mary, y no al contrario. Y esto dio inicio a una serie de encuentros en otros momentos que no las clases, para leer las Escrituras juntas.

Mary llevó a Nina por la Biblia, empezando por el principio… Guiándola por la gran historia de las Escrituras, presentándole a Dios en estas historias y observando sus interacciones con las personas. Trazaron juntas la gracia de Dios en la Biblia, llegando hasta la historia del Evangelio.

Mary le pidió a Nina que encontrase los pasajes, los leyera en voz alta y que resumiera lo que leían juntas. De esta forma aprendió por sí misma la gran historia del amor y del propósito de Dios.

Durante parte de la pandemia del coronavirus, conectaron a diario y leyeron el Evangelio juntas. Nina aprendió a orar y a leer con su buena amiga cristiana.

Aunque la Biblia, como ella diría, no es ‘su libro’ todavía, Nina compartió las historias que estaba escuchando y aprendiendo con sus amigas porque se sentía conmovida por lo que estaba leyendo y estaba convencida de que estas historias serían de ayuda para sus amigas…