Asistí al webinario de Compromiso con las Escrituras de IFES (La Palabra en medio nuestro – Los gemidos de la vida y el Dios en la cruz) cuando todo el mundo tenía miedo de una pandemia y también había desesperanza en nuestras propias vidas. Estaba muy preocupado por mi madre, mi mujer y mis dos hijas, de siete y dos años y medio de edad. Parecía que era el fin del mundo, pues las iglesias estaban cerradas y no había grupos de estudio bíblico ni reuniones cristianas. Al mismo tiempo, había muchas oportunidades para aprender la Palabra de Dios. El webinario de Compromiso con las Escrituras de IFES fue una de ellas.
Mientras Yohan Abeynaike, de Sri Lanka, lideraba estos estudios, me sentí reconfortado al saber que nada excepto Dios es eterno. Esta pandemia acabará y aunque esta pandemia global nos cause tristeza, sabemos que Dios también está sufriendo a causa de ella y nos puede dar consolación. En nuestro sufrimiento, sabemos que Dios ha sufrido en la cruz. Estos estudios bíblicos me recordaron que nuestro Dios es un Dios de perdón y nos está invitando a experimentarlo de su propia mano. Puedo ver el cumplimiento de su promesa en mi vida de que nunca me dejará ni me abandonará, gracias a lo que hizo Jesucristo para pagar mis pecados. Sentí la provisión y protección de Dios en mi vida y mi familia.
En estos seminarios, encontré mi identidad como hijo de Dios y no como un esclavo. Si me siento perdido y atareado por las cosas del mundo, siempre tengo la opción de volver a Él y descubrir que está dispuesto a aceptarme. Me di cuenta de que Dios tiene el poder de renovar cosas en nuestra vida, de la misma forma en la que ha transformado tantas cosas en el mundo. Él renovó las Escrituras en mi vida, su visión ha sido renovada en mí y mis relaciones familiares han adquirido un nuevo encanto después de compartir todos estos descubrimientos sobre la Palabra de Dios con los demás.
El crecimiento mediante el webinario de Compromiso con las Escrituras fue una fuente de motivación para mi obra misionera entre mis círculos cercanos a través de las redes sociales. He compartido con mis amigos no cristianos lo que he aprendido y su perspectiva sobre la pandemia ha cambiado. Fui renovado en mi obediencia, al recordar que Dios me ha asignado una misión y que tengo el deber de proclamar su Palabra a todas las naciones, pueblos y grupos étnicos.
Khurram Younis
Obrero de PFES en Pakistán